Cabalgué por la vida
sin rumbo fijo
y no te puede encontrar
dime dónde te has metido.
Pero tu imagen la tengo
en mi mente bien metida
que no te puedo olvidar
ni de noche, ni de día
eres para mi un sedante
que mucho me alienta a vivir
no sé que me has dado
que no puedo vivir sin ti.
Desde que tu me dejaste
no he vuelto a ser feliz
pero Dios lo sabe
lo que tu fuiste para mi,
como agua para el sediento,
como la libertad para el preso,
o la vista para ciego;
pero que injusta es la vida
porque llega el momento
que todo termina.
La poesía que escribo
no tiene mayor importancia
son cosas muy sencillas
que por mi cabeza pasan
siempre que algo escribo
mi pensamiento está en ti
porque tuve la desgracia
de verte morir.
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