El ladrón piensa en el robo, el asesino en la muerte, el preso en su libertad, el político en mandar y el que es humano en la paz. Sería maravilloso que los humanos no pensaran en la guerra, ni odios, y se dedicaran más a hacer el bien; hacer buenas obras que es de lo que está falto este mundo. Si el que lo tiene todo y el que tiene repartiera un poco de lo que le sobra se remediaría el hambre. Pregunto si pueden dormir tranquilos los que les sobra y no se acuerdan de los que pasan hambre. Que injusta es la vida, pensarlo un poco y hacer el bien un poquito cada día y veréis que bien dormir y os pido una cosa: que nunca os acordéis del bien que hagáis; pero recuerda siempre el mal, eso es lo que os puede quitar el sueño. Y nunca te pese el bien que hagas, debes de preocuparte del que no hagas.
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