Era una noche negra
las estrellas se ocultaban
se sentía algún ladrido,
perros que se ocultaban
y morían de frío.
Una noche al recordar,
cuando todos los gitanos
empezaban a llorar.
Gitanillos casi encueros
bajaban de sus cuevas,
querían que sus risas
fueran para él las primeras.
Era poeta en su tierra
Granada lo vio nacer
Granada lo vio morir
por eso Granada llora
la muerte de su poeta.
Granada se vistió de luto
y se acabó el esplendor
pues uno recobró la risa
desde que Lorca murió
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