lunes, 9 de diciembre de 2019

Refranes populares motrileños...


Calle nueva 1950



Refranes populares

  1. La mujer y la sardina en la cocina.
  2. Contigo pan y cebolla.
  3. El demonio no es demonio por malo sino por viejo.
  4. Dame pan y dime tonto.
  5. El que quiere peces que se moje el culo.
  6. Quién mal anda mal acaba.
  7. Nunca es mal año por mucho trigo.
  8. Febrero el loco, ningún día se parece a otro.
  9. Perro ladrador poco mordedor.
  10. No se puede hablar de los perros hasta llegar al cortijo.
  11. Dos no se pelean si uno no quiere.
  12. Nunca llueve a gusto de todos.
  13. Aunque la mona se vista de seda, mona siempre se queda.
  14. Pan con pan comida de tontos.
  15. El valiente e valiente mientras el cobarde quiere.
  16. Dime con quién andas y te diré quién eres
  17. Se coge antes a un embustero que a un cojo.
  18. A buena hambre no hay pan duro.
  19. Quién más puso más perdió.
  20. A río revuelto ganancia de pescadores.
  21. Dios ahoga pero no aprieta.
  22. En tiempo de borrasca no hay puerto seguro, lo mismo se mete allí que en el culo.
  23. El que calla otorga.
  24. Aquel que más alto sube más fuerte el porrazo da.
  25. El que mucho duerme poco vive.
  26. Lo que no ve la boda no lo ve la novia.
  27. Te casaste, te enterraste.
  28.  si una vieja te los da, tómalo peor es na.
  29. El vino nunca es malo, pero es mejor que agua bendita.
  30. El último es el que se ahoga.
  31. El que mucho abarca poco coge.
  32. En casa de herrero asador de palo.
  33. Predicar en balate es un disparate.
  34. El que paga manda.
  35. Sabe más un necesitado que cien abogados.
  36. Dicen que el dinero llama al dinero, sí pero el mucho es poco.
  37. El pez muere por la boca.
  38. Que si quieres arroz Catalina.
  39. La mancha de una mora con otra verde se quita.
  40. Y un resbalón cualquiera da en la vida.
  41. Bendito sea Dios que ya  apareció el perdido, nunca se puede perder pájaro que tiene nido.
  42. A quién Dios se la de San Pedro se la bendiga.
  43. Mi gozo en un pozo.
  44. El mejor escribano echa un borrón.
  45. El que mucho quiere todo lo pierde.
  46. Año de nieves, año de bienes.
  47. Cántaro que va la fuente, alguna vez se rompe.
  48. No hay mal ni bien que cien años dure, ni cuerpo que lo resista.
  49. De aquí a la mar todo es tierra.
  50. Camarón que se duerme la corriente se lo lleva.
  51. El que pregunta no yerra.
  52. El ojo del amo engorda al caballo.
  53. Al perro flaco todo se le vuelven pulgas.
  54. Quién come y bien bebe solo de viejo se muere.
  55. El que busca encuentra.
  56. A fuerza mayor, hierro en medio.
  57. En boca cerrada no entran moscas.
  58. Quién canta sus penas espantan.
  59. Has bien y no mires a quién.
  60. Dos que duermen en un colchón se vuelven de la misma opinión.
  61. A perro que no conozcas no le toques las orejas.
  62. Si te curas con malvas, mal vas.
  63. Donde manda patrón no manda marinero.
  64. Quién anda con lobos a aullar se enseña.
  65. Hambre que espera hartura no es hambre ninguna.
  66. Pan para hoy, hambre para mañana.
  67. A las penas puñales.
  68. Aquí paz y allí gloria.
  69. Dichosos aquellos que a los suyos le parecen.
  70. Quién tuvo retuvo y guardó para la vejez.
  71. La ansia del pobre, antes reventar que sobre.
  72. No quieres caldo, tres tazas y si te repugna treinta y una.
  73. Yo arto, todo el mudo arto, quita la mesa muchacho.
  74. El maestro ciruela no sabía leer y puso una escuela.
  75. Los enemigos del hambre son tres: suegra, cuñada y mujer.
  76. Las mejore inyecciones chorizos y jamones.
  77. Agua que no has de beber déjala correr.
  78. Hombre pobre y leña verde para cuando hay ocasiones.
  79. No es mal amigo el que avisa.
  80. Agua parada no mueve molino.
  81. La cara es el espejo del alma.
  82. Quién siembra tormentas recoge tempestades.
  83. La casa vieja todo son goteras.
  84. Cuando el río suena agua o piedras lleva.
  85. La mujer y la sartén colgadas están bien.

lunes, 14 de octubre de 2019

Todo motrileño que vivió en los años 37 o 38 recordará que había una ermita que se llamaba San Sebastián,




Una niña le mandó su madre a la botica a por aguarrás y llegó y no se acordaba, estuvo pensando un buen rato y en ese momento se le escapó un peo a la niña; el boticario le dijo: ¡Guarra! Y le dice la niña: ya me acuerdo aguarrás.
Una vez llegó un motrileño a una taberna y le dice al tabernero: Ponme un kilo de vino. El tabernero le dice: El vino no es pesado, es medido; y le responde: pues ponme un metro.
Otro borracho llegó con una regla muy grande y le dice al tabernero: Me ha dicho el médico que beba vino con regla y yo soy muy obediente, ponme todos los vasos que cojan en esta regla.
Había uno en Motril  que siempre estaba borracho y un día estaba en la calle Nueva agarrado a un árbol que se caía, pasa una chavala y le dijo: ¡Fea!. Ella le dijo: ¡Borracho! Y él le contestó: ¡Pero eso se quita!
Todo motrileño que vivió en los años 37 o 38 recordará que había una ermita que se llamaba San Sebastián, bueno, pues en esa ermita en el año 36 los gitanos de Motril hicieron una cooperativa y cada uno montó una fragua. Como tenía que salir el humo cada uno hizo un agujero en la parte que salía a la calle; entonces, una tarde cuando marcharon unos niños y yo entre ellos tapamos los agujeros con barro y por la mañana estábamos todos allí para ver las cosas de los gitanos. Aquello fue maravilloso, verlos correr, asombrados de ver toda la iglesia llena de humo y decían: Dios nos ha castigado por meternos en su casa.


Mi padre, un gran hombre, luchador


Mi padre, un gran hombre, luchador. Era… como te diría yo, brusco pero cariñoso, amable y muy amigo de sus amigos. Este mes se cumple 22 años de su partida a ese viaje en el cuál todos tenemos el billete. Allí donde estés te recordamos siempre
Isabel Palomares Martín

jueves, 3 de octubre de 2019

Las cosas eran muy difíciles de adquirir, en particular la ropa...



Os voy a contar una cosa en los tiempos que yo era un niño, las cosas eran muy difíciles de adquirir, en particular la ropa porque era cara y los dineros no sobraban. Recuerdo una vez que una vecina de tantas que había; llegó el marido todo manchado  con el único traje que tenía.
Y le dice: Quítate esa ropa que te la voy a lavar.
El pobre se sentó en calzoncillos y la lavó. Para que se secara más rápido lo puso en la puerta en una silla y pasó alguien y se lo llevó. Cuando ella salió y vio que no estaba entró en la casa y le dice al marido llorando: Frasquito que se han llevado el traje.
Y con una sangre fría le dice: Más falta le hará al que se la ha llevado.

Cómo recuerdo las diabluras que hacíamos los niños de aquellos tiempos...



Cómo recuerdo las diabluras que hacíamos los niños de aquellos tiempos, llegamos a la botica y decíamos: Dice mi madre que me des 200 gramos de ranuras de cuernos del boticario… y a correr.
Otras veces le untábamos mierda a los picaportes de las casas grandes y esperábamos a que alguien tocara… y a correr; otra vez y cosas como esas muchas.

Una vez iba un niño a llevarle la segunda comida a su padre al campo...



       Una vez iba un niño a llevarle la segunda comida a su padre al campo y llegó con la olla llena de caldo.
-Y le dice el padre: ¿Qué me traes? Qué te ha pasado?
-Mira papá que se me ha derramado las sopas y solo he podido recoger el caldo.

Otro niño le llevaba cada día la comida y su padre le preguntaba desde lejos:
- Niño ¿qué traes?
-Y el niño le decía: sopas.
-Pues tira por la orilla aunque te caigas al balate.

Otro día le preguntaba:
-¿Qué traes?
- Papá, fritillo
-Pues tira por el medio aunque pises la casa de la Virgen.

Tenía una vecina que se llamaba Frasquita...



     Tenía una vecina que se llamaba Frasquita, con un hijo que se llamaba Ose y un día le dice:
-Mamica que me he clavado un pincho.
-¿A dónde Oseico?
-Aquí en la pata.
        Aquella madre le lavó la pata con un estropajo y le dice: Oseico si no tienes na. Entonces será en la otra. Se la lavó y le dice: Si tampoco tienes na. Le dice Oseico: pues no me lo habré clavado.  
         Lo que quería es que le lavara las patas.