Os voy a contar una cosa
en los tiempos que yo era un niño, las cosas eran muy difíciles de adquirir, en
particular la ropa porque era cara y los dineros no sobraban. Recuerdo una vez
que una vecina de tantas que había; llegó el marido todo manchado con el único traje que tenía.
Y le dice: Quítate esa
ropa que te la voy a lavar.
El pobre se sentó en
calzoncillos y la lavó. Para que se secara más rápido lo puso en la puerta en
una silla y pasó alguien y se lo llevó. Cuando ella salió y vio que no estaba
entró en la casa y le dice al marido llorando: Frasquito que se han llevado el
traje.
Y con una sangre fría le
dice: Más falta le hará al que se la ha llevado.
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